Era el lugar dónde los niños escondíamos nuestras cosas para que nadie pudiera quitárnoslas; ninguna otra persona debía conocer su paradero. Desde aquí mostraré los tesoros de mis andanzas por la tierra, y daré lugar a que todo el que quiera, opine de ellos. Bienvenidos al escondite.
lunes, 2 de septiembre de 2013
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